Iceage, “Mi peor pesadilla es que llegue el día en que esto ya no me importe”
Escrito por Mario Verdaguer el 28 de septiembre de 2021
“Seek Shelter” (Mexican Summer/Popstock!, 21) prueba que todavía se puede hacer rock ambicioso y personal a estas alturas. Y quienes lo firman son nada menos que los daneses Iceage.
De la hornada de grupos que irrumpieron en la segunda década de siglo, pocos pueden presumir de la camaleónica inquietud que mueve a Elias Bender Rønnenfelt y los suyos. Y menos son aún los que mantienen su nivel de exigencia.
El quinto álbum de Iceage es su trabajo más expansivo musicalmente, aunque no pierden su halo críptico y misterioso. Zoom nos permite tener una conversación larga y agradable con el propio Elias, escéptico respecto a la etiqueta de “psicodelia”. Iceage han viajado desde las catacumbas del post-punk malencarado, como niños prodigio de la oscuridad, a una versión tan ambiciosa como deslumbrante de la música de guitarras. Rock, sí, pero con un atemporal poso turbio, leído y romántico. Rønnenfelt es un tipo reflexivo que lanza perlas de seco sentido del humor y existencialismo nórdico que entroncan con aquella actitud desafiante en la que se parapetaban al principio.
“Seek Shelter” debe ser un disco especial; en primer lugar, por la participación del ex Spacemen 3 Pete Kember (alias Sonic Boom). ¿Conocíais su faceta de productor?, ¿qué os llevó a involucrarle en la grabación?
Bueno, somos fans de Spacemen 3 desde que éramos adolescentes. En realidad no conocíamos tanto su faceta como productor para otros grupos, pero sí su obra, y somos muy fans. Queríamos hacer el disco y se nos planteaban las cuestiones de dónde, cómo y todo eso, y entonces alguien nos mandó una entrevista en la que él afirmaba que le encantaría trabajar con nosotros. Parecía muy adecuado, porque es un tío que tiene una personalidad sonora única. Posee un modo propio de pensar en el sonido y de algún modo nos vimos trabajando con él en estas canciones. Además, nos apetecía grabar en Portugal [Sonic Boom vive en Lisboa]. Así que todas las piezas encajaron. Pero sí, siempre hemos sido reticentes respecto a acudir a un productor, porque no nos interesa necesariamente que alguien de fuera venga a darnos su opinión. Nunca hemos querido que nos digan lo que tenemos que hacer. Supongo que era un poco arriesgado, y yo estaba nervioso. ¿Qué iba a pasar si no nos llevábamos bien, o si durante todo el proceso cada uno intentábamos llevar el barco en direcciones diferentes?
“En nuestras canciones siempre hay una semilla podrida”
De hecho, es la primera vez que hacéis algo así: siempre habéis trabajado con vuestro técnico (Nis Bysted).
Sí, siempre hemos trabajado con él y también estuvo en el estudio esta vez. Pete llegó con una furgoneta llena de cacharros y pedales que no habíamos visto en la vida. No pasó mucho tiempo hasta que se hizo evidente que tenía la misma visión un poco trastornada que teníamos el resto, y el mismo sentido del humor retorcido. Todo se hizo muy natural. Bromeamos tanto que al final del día nos dolía el estómago de reírnos, porque resultó que es una especie de alma gemela. Y como te decía, no queríamos un capitán del barco, sino uno más que estuviera al mismo nivel y nos ayudara con sus oídos y demás. Lo hizo de sobra. Fue pura camaradería.
Es un disco con muchos recovecos, lo cual no es nuevo en vuestro caso, pero tiene una especie de fondo curativo, con momentos cercanos al góspel. ¿Fue premeditado darle este tono?
No, cada vez que nos preparamos para hacer un disco no tenemos ni idea de qué tipo de álbum queremos hacer. Lo único que sabemos es que no queremos evitar el riesgo de fracasar, ni acomodarnos. De otra manera no nos sentimos vivos. Cada vez que empezamos una canción y nos parece que ha estado ahí antes, la descartamos, hasta que sale algo que tiene sentido para nosotros. Cuando quieres avanzar, te tienes que forzar, esencialmente. Debes conseguir que el espacio que te construyes para tus emociones sea mayor que el que tenías antes. Y sí, hay gente que nos ha dicho que en este disco hay espacio para cosas como la compasión [risas]. O al menos, más que en nuestros discos anteriores. Al final, siempre estás tratando de reflexionar sobre la vida; y la vida está repleta de dualismos y zonas grises. Me interesan más las canciones que hablan de muchas cosas, en lugar de un mensaje único y singular. Espero que haya cierta compasión en este disco, porque no somos unos psicópatas. Espero.
Quisimos compartir parte de la entrevista de PCPeña, que no tiene desperdicio.